Una huelga de trabajadores petroleros deja a Francia sin gasolina

  • Fuente: Expansión

El desabastecimiento de combustible por una huelga de trabajadores en el sector petrolero continuó este lunes en Francia, cuyo presidente, Emmanuel Macron, llamó a una solución rápida cuando casi un tercio de las gasolineras registra problemas de suministro. 

El bloqueo no es una manera de negociar, dijo Macron durante una visita a Château-Gontier, en el oeste de Francia, poco después que los huelguistas recondujeran un día más su acción y la extendieran además a unas 15 gasolineras de autopista de una filial de TotalEnergies. 

El gobierno se encuentra bajo presión. Los llamados de los últimos días al diálogo no surtieron efecto y la primera ministra, Élisabeth Borne, convocó incluso el lunes por la noche una reunión de urgencia con los ministros afectados por la situación. 

¿A qué se deben las huelgas? 

Desde hace días, la mayor refinería de TotalEnergies, cerca del puerto de Le Havre (norte), y otros de sus sitios están en huelga, así como dos refinerías francesas de su rival Esso-ExxonMobil, a llamado de los sindicatos. 

La CGT reclama un aumento salarial del 10% en 2022 —7% por la inflación y 3% por el reparto de la riqueza—, pero la dirección de TotalEnergies asegura haber tomado ya medidas que representan un aumento medio del 3,5% este año. 

Una de las críticas de los huelguistas es que TotalEnergies no quiere repartir entre los trabajadores parte de sus beneficios, que en el primer semestre de 2022 alcanzaron los 10,600 millones de dólares. 

Total debería ver que la situación es difícil para todos (…) y redistribuirlos porque no podemos más. Todo el mundo paga las consecuencias de esta guerra, aseguró Lahssen Boussalah, un informático de 45 años, en la cola de la gasolinera de Lille. 

Regiones más afectadas

Las imágenes de gasolineras cerradas o de largas colas ante las que quedan abiertas se repiten en Francia. En el norte, donde la situación es crítica, el lunes por la mañana, los automovilistas ya guardaban cola ante la única gasolinera abierta en Lille. 

Tengo una empresa, dos furgonetas bloqueadas ya en el depósito y estoy en la reserva, así que tengo que repostar absolutamente, si no, no puedo moverme más, aseguró Bruno Duwez, un empresario de 63 años. 

Más del 60% de la capacidad de refinación de Francia ha quedado fuera de servicio por las huelgas, lo que ha hecho subir los precios de la gasolina y ha llevado al país a aumentar las importaciones del combustible. 

Había largas colas en las estaciones de servicio de la región de París porque los conductores trataban de repostar antes de que se agotaran más surtidores.

El gobierno del presidente Emmanuel Macron está cada vez bajo más presión para tomar medidas. 

El Ministerio de Energía dijo que casi un tercio de las estaciones de servicio en todo el país se enfrentaron a la escasez de al menos un producto de combustible el domingo. Según el sitio web mon-essence.fr más de 2,000 estaciones se habían quedado sin combustible, citando los datos de unos 30,000 usuarios desde el jueves. 

Según el ministerio de Transición Ecológica, un 29.7% de las gasolineras carecían de al menos un tipo de combustible el domingo a las 15:00 horas, frente a un 21% el sábado. 

Los precios del combustible aumentaron por su parte la semana pasada unos 10 céntimos de media el litro. El diésel alcanzó los 1.8035 euros (1.75 dólares), pese a los 30 céntimos de rebaja aprobada por el Estado para contener la inflación. 

Para paliar la situación, la segunda economía de la Unión Europea (UE) ya desbloqueó sus reservas estratégicas de combustible y autorizó a los camiones cisternas a circular en domingo, mientras que TotalEnergies importó combustible. 

Sindicato rechaza negociaciones 

El sindicato francés CGT denunció una oferta con condiciones de TotalEnergies para adelantar las negociaciones salariales como un chantaje, y anunció que las huelgas que han dejado a un tercio de las estaciones de servicio del país sin combustible continuarán. 

Un día después de que el grupo energético ofreció adelantar las conversaciones salariales con la condición de que el sindicato ponga fin a sus dos semanas de huelga en las refinerías, la CGT afirmó que este intento se percibe como un chantaje por parte de la CGT y no garantiza la satisfacción de las demandas expresadas y, por tanto, la vuelta al trabajo. 

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