Subsidio a la gasolina, una forma ineficiente de mantener precios artificialmente bajos
- Fuente: El Economista – Yolanda Morales
Los subsidios a los energéticos que otorga el gobierno de México, específicamente a las gasolinas, han propiciado que las personas paguen un precio artificialmente bajo y han sido una forma ineficiente de ayudar a las personas de escasos recursos, afirmó el subdirector de Asuntos Fiscales del Fondo Monetario Internacional (FMI), Paolo Mauro.
La mayoría de las personas que conducen los automóviles se encuentran en los niveles de ingresos altos, por tanto, no están asistiendo a la gente pobre y sí están distrayendo recursos que de otro modo podrían dirigirse a apuntalar sectores afectados por la pandemia, como el de la salud y el de la educación, comentó.
Esta observación es buena para México y para todos los gobiernos que han optado por los subsidios a los energéticos como una vía para intentar frenar los aumentos en los precios, acotó.
Entrevistado por El Economista, observó que una estrategia que otorgue pequeñas cantidades de efectivo a las personas de menos recursos resultaría mucho más eficiente para ayudar a la población vulnerable.
Destacó que al permitir que los precios de los combustibles se mantengan al nivel del mercado, en lugar de ser artificialmente bajos, las personas tienen un incentivo para conducir menos y de esta manera ahorrar energía.
De esta manera el gobierno contaría con más recursos que le permitan hacer un gasto más eficiente y apuntalar sectores que han sido más afectados por la pandemia, como son el de salud y educación, que requieren un mayor impulso.
Situación fiscal estable
Desde Washington, Mauro enfatizó que el país no presenta dificultades en el manejo de su posición fiscal, pero observa que ante un contexto mundial incierto resulta conveniente hacer una revisión al sistema tributario y de gasto público para liberar recursos que otorguen capacidad de reacción ante choques externos y permita subsanar las cicatrices que dejó la pandemia.
En un escenario de alta inflación, tasas de interés en tendencia alcista y elevada volatilidad, es importante mantener una política fiscal prudente; subrayó que México sigue destacando por conservar estables su deuda y el déficit fiscal.
Explicó que un déficit fiscal de 4.1% del PIB en el 2023, como el que espera el FMI para México y una deuda del gobierno que se mantiene debajo de 60% del PIB, siguen siendo variables importantes que permiten a México mantener abierto el acceso a la Línea de Crédito Flexible.
Inflación y tasas
Sobre la relevancia que debe tener la inflación en la toma de decisiones de autoridades fiscales, explicó que un nivel de precios persistentemente altos encarece al financiamiento, aclaró que afecta en el corto plazo porque los activos de mercados emergentes se vuelven menos atractivos y demandan mayores rendimientos para los inversionistas.
Recordó que no es el caso de México, y que el retorno que ofrece el país también refleja el impacto de la inflación.
Al preguntarle qué es más riesgoso para México, si el incremento de tasas de Estados Unidos o la tendencia alcista en México, dijo que ambas ponen presión sobre la gente y los gobiernos que se financian en dólares.
Pero advirtió que cuando enfrentamos un contexto de inflación persistente como el actual, las autoridades tienen claro que se deben poner por delante las medidas que permitan garantizar la estabilidad.