¿Qué futuro les espera a las gasolineras? ¿Desaparecerán o se convertirán en electrolineras?

  • Fuente: Autobild – Noelia López

Si lo que viene es incierto para los coches diésel que tienen en normativas europeas como la Euro 7 un escollo para su supervivencia, no lo es menos para las estaciones de servicio. Con precios cada vez más altos y márgenes de beneficio (dicen) más reducidos, es lógico preguntarse qué futuro les espera a las gasolineras y si, convertirse en electrolineras es la forma de salvación. 

Gasolineras y electrolineras, por Ley 

Para un alto porcentaje hay una cosa clara y es que, sin llegar a convertirse en estaciones exclusivas para la recarga de coches eléctricos sí tendrán que disponer, de forma obligatorio, de puntos de recarga. 

La Ley de Cambio Climático (la misma que impone la creación de Zonas de Bajas Emisiones en municipios de más de 50.000 habitantes) establece qué estaciones de servicio estarán obligadas a ofrecer servicios de recarga y en qué cantidad. Son más de 1.000 las gasolineras a las que, en base a sus cifras de negocio, tendrán que cumplir la norma para facilitar la recarga del coche eléctrico. 

Las gasolineras con ventas de diésel y gasolina superiores a 10 millones de litros anuales tendrán que poner a disposición de los usuarios al menos un punto de recarga de 150 kWh. En este grupo se incluyen más de 200 estaciones de servicio que tienen en febrero de 2023 la fecha tope para su cumplimiento 

Las gasolineras con ventas superiores a cinco millones de litros anuales o peso relevante en el territorio (es decir, que no haya muchas en un radio determinado) deberán instalar, al menos, un cargador para vehículos eléctricos. Este punto de recarga deberá tener una potencia igual o superior a 50-kWh y tendrá que estar operativo antes de agosto de 2023 

Aquellas gasolineras que no alcancen los cinco millones de litros de combustible al año, pero sean líderes de ventas en su provincia o comunidad autónoma también están obligadas a instalar al menos un cargador de 50 kWh antes de agosto del próximo año.  

Hay excepciones a la norma. Quedan exentas de sus cumplimientos aquellas estaciones que ya cuentan con cargadores eléctricos de las mismas características que recoge la normativa. También aquellas que no puedan cumplir las condiciones técnicas necesarias para la instalación de un punto de recarga; y en las que sera inviable llevar a cabo la acometida eléctrica necesaria. 

Gasolineras o electrolineras 

Con 2035 como fecha tope para la venta de vehículos de combustión en Europa se puede pensar que las gasolineras tal y como las conocemos hoy día no tendrán sentido dentro de unos años. 

Así es, pero, ojo, eso no significa que vayan a desaparecer dentro de 13 años. La tendencia lógica es que, tanto por cumplimiento de la norma como visión de negocio, las estaciones de servicio amplíen su oferta para abarcar las diferentes formas de movilidad. 

Mobilize 

Las gasolineras del futuro se convertirán en estaciones de servicio para vehículos de combustión, vehículos eléctricos de batería y, muy posiblemente, vehículos eléctricos de hidrógeno. Las habrá también que ofrecerán suministro de GLP (Gas Licuado de Petróleo) y GNC (Gas Natural Comprimido). 

Teniendo en cuenta que los coches eléctricos de batería necesitan más tiempo para recargar, la tendencia es que las gasolineras/electrolineras cuenten con más espacio de ocio/descanso para los conductores. 

Recarga con zonas VIP 

Y esto no es cosa del futuro, sino del presente. Audi ya prueba este nuevo concepto de estaciones de recarga en la ciudad alemana de Nuremberg. La estación tiene capacidad para que seis coches eléctricos recuperen a la vez la carga de sus baterías; mientras tanto, los ocupantes cuentan con una estancia similar a la de las salas VIP de los aeropuertos donde pueden descansar, trabajar..

Similar es el concepto de la Mobilize Fast Charge, la red de recarga ultrarrápida que Renault ha presentado en el Salón del Automóvil de París. Esta contará con puntos de recarga de hasta 400 kW, lo que reduce notablemente el tiempo de espera que el conductor puede pasar en una zona especialmente acondicionada. 

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