Lissely Ancira: La cadena de suministro, el combustible y la inflación
- Fuente: Lissely Ancira – El Financiero
La crisis global logística ocasionó un desabasto de productos que no llegaron a sus destinos, los precios del combustible también se vieron afectados de tal forma que subieron de precio.
La cadena de distribución global debido a la incertidumbre que ocasionó la pandemia ha hecho revuelcos en las economías del mundo. No solamente se han visto afectados los precios de los combustibles, sino que también las aerolíneas han sido fuertemente impactadas por cambios repentinos a eventualidades que jamás antes habían observado. Por ejemplo, iniciamos con el cierre completo de viajes, posterior a eso se reactiva el turismo incrementando la demanda de manera acelerada, y con el nacimiento de las variantes de COVID la aviación tuvo que enfrentar la cancelación de vuelos debido a contagios.
La adaptación a la volatilidad operativa en diversas industrias ha ocasionado la tardanza en ajustes de precios forzando que se reflejen al alza debido a las incertidumbres operativas. La producción petrolera se ha estado intentando adaptar a dichos movimientos por lo que existen también los incrementos en el precio. Otro factor importante que ha sucedido los últimos dos años fue el rápido crecimiento de avances tecnológicos incluyendo en la industria automotriz.
Compañías como Tesla con coches eléctricos alcanzan las valuaciones más altas en el mundo debido a su alta demanda por la innovación tecnológica que contienen sus productos. En México desafortunadamente todavía no vemos infraestructura para implementar tecnologías que remplacen los combustibles fósiles, por lo que el giro petrolero sigue siendo de vital importancia para la movilidad económica de nuestro país por lo que monitorear los precios de los combustibles es esencial cuando se toman decisiones de inversión y crecimiento en México.
Hemos visto una evolución importante de las industrias y mercados desde la llegada de la pandemia. Esperemos que los gobiernos centrales tomen buenas decisiones para controlar la inflación y que se implementen mejores políticas fiscales en relación a los combustibles para que no afecte tanto los bolsillos de los mexicanos.