La paradoja de Pemex en el mercado de combustibles
Fuente: Energía a Debate – Fluvio Ruíz
De acuerdo con el Reporte de Resultados de Pemex del tercer trimestre de 2022, la producción de gasolinas, en comparación con el mismo trimestre de 2021, se incrementó en un 8%, al pasar de 224,000 a 242,000 barriles diarios. Sin embargo, esta cantidad es inferior en un 11.3% a los 273,000 barriles diarios de gasolinas que se produjeron durante el primer trimestre y 5.8% menor a los 257,000 barriles diarios del segundo trimestre de este año.
Por su parte, la producción de combustóleo pasó de 240,000 barriles diarios en el tercer trimestre de 2021, a 264,000 barriles diarios en el trimestre reportado: un incremento del 10%. En cuanto a la producción de diesel, esta pasó de 116,000 barriles diarios en el tercer trimestre de 2021, a 137,000 barriles en el trimestre referido; es decir, hubo un incremento del 18.1% en este rubro.
En tanto, el margen de refinación por barril procesado pasó de 3.32 dólares en el tercer trimestre de 2021 a -7.37 dólares en el mismo trimestre de este año. Un deterioro de 10.69 dólares por barril procesado. De esta manera, el margen de refinación por barril procesado fue negativo por primera vez, después de nueve trimestres consecutivos de haber sido positivo.
Del lado de la comercialización, a través de diversos mecanismos contractuales y con producción propia o importada, Pemex abastece a un total de 11,591 estaciones de servicio: un número 1.3% superior al registrado al 30 de septiembre del 2021 y 3% mayor al del mismo corte del 2020. Es decir, que Pemex abastece al 88.6% de las 13,079 gasolineras del país, de acuerdo con cifras de la Comisión Reguladora de Energía.
La recuperación del porcentaje de participación de Pemex en el abasto de estaciones de servicio se refleja en un mayor volumen de combustibles vendido. De acuerdo con las Estadísticas Petroleras, en septiembre de este año sus ventas de gasolinas se incrementaron en 22.3% con respecto al mismo mes de 2021, al pasar de 559,900 a 675,000 barriles diarios; mientras que las de diésel subieron un 66.5% en el mismo lapso, pasando de 189,100 a 314,800 barriles diarios. Y, sin embargo, Pemex pierde dinero en este mercado.
En efecto, llama la atención la aparente paradoja de que, al mismo tiempo que Pemex Transformación Industrial incrementa significativamente su volumen de ventas y recupera porciones importantes del mercado nacional de combustibles, registra su primer margen negativo de refinación en más de dos años y una pérdida neta de 61,800 millones de pesos en los primeros nueve meses de 2022, a pesar de los altos precios de los petrolíferos. Este resultado contrasta con el de las demás subsidiarias de Pemex, las cuales reportaron ganancias durante este lapso (PEP por 233,900 millones de pesos y Logística por 12,100 millones de pesos).
“En esta paradoja, según la cual a Pemex le va mejor cuando vende menos…”
En esta paradoja, según la cual a Pemex le va mejor cuando vende menos, es inevitable contrastar los resultados del Sistema Nacional de Refinación con los de la refinería de Deer Park, cuya producción se destina fundamentalmente al mercado estadounidense y cuyas utilidades, de enero a septiembre de 2002, suman 861 millones de dólares. ¿En qué medida influye el objetivo gubernamental de que las gasolinas no aumenten de precio en términos reales, en un escenario de precios elevados del petróleo?
Por un lado, estaría el impacto directo que en el flujo de efectivo y los ingresos de Pemex tienen el monto, el mecanismo y los tiempos asociados al reconocimiento de los créditos fiscales del IEPS y a los estímulos en el IVA e ISR. De hecho, en el reporte trimestral se asienta que la aplicación de los estímulos fiscales permite a Pemex “recuperar sustantivamente el valor de la diferencia entre el precio de venta y el precio de referencia internacional” de los combustibles automotrices. Subrayamos el adverbio porque sugiere la posibilidad de que Pemex esté abasteciendo a precios subsidiados, debido a que una porción del diferencial de precios referido en la cita no sería cubierta por los estímulos fiscales. Esta circunstancia, por otro lado, sería un incentivo para que ciertos distribuidores prefirieran comprarle a Pemex, en lugar de importar directamente las gasolinas y el diesel, incrementando las pérdidas de nuestra petrolera…